El pasado miércoles 22, el profesor Rolando Seclén explicó la viabilidad de los proyectos de energías renovables en zonas próximas a su consumo.
En el marco de los seminarios de investigación de la Facultad de Ingeniería, el profesor Seclén inició su exposición precisando el término “generación distribuida”. Para él, la generación de energía suele estar alejada de los lugares donde se consume.
Las razones son evidentes: una ciudad difícilmente estaría al pie de una hidroeléctrica o, por citar otro ejemplo, los parques eólicos suelen estar en zonas despobladas o en el mar.
Entonces “se da un costo por generar la energía y otro por distribuirla”. Pero “¿Qué sucedería si producimos energía cerca del lugar donde se consume? ¿Qué tan rentable resultaría?” Generación distribuida alude a “generar la propia energía cerca del lugar donde se consume utilizando, principalmente, energías renovables”
En el Perú, la mayor parte de energía se produce desde centrales térmicas o hidroeléctricas; son grandes plantas y se entiende “el esfuerzo de traer esa energía a la ciudad”. No obstante, países como Alemania, donde la radiación solar es menos de la mitad de la existente en Arequipa, están volcados a estas energías renovables desde mucho tiempo atrás.
En Lima, en 1994, pagábamos US$ 70 por MW / hora. Hoy pagamos US$ 140. “No se siente tanto porque hablamos de Megawatts cuando consumimos Kilowatts, pero esas cifras en proporción si suponen un aumento considerable”.
Una central solar grande puede ser rentable con un ingreso en el orden de US$ 60 MW por MW / hora. Una instalación solar domiciliaria, dependiendo de la ubicación, lo puede ser a un costo de aproximado de US$ 180 por MW / hora (Arequipa). “Algunos lugares están muy cerca de pagar a la compañía eléctrica lo mismo que les hubiera costado generar su propia energía” dijo el profesor Seclén. “El problema es que no está legislada la generación distribuida y hay poco conocimiento de la misma en la población “.
Luego de comparar las legislaciones en Alemania, España y Chile, el ingeniero Seclén dijo que las principales dudas apuntan a los casos donde los usuarios que generen electricidad también opten por venderla. Ante tal situación -explicó- cabe la pregunta de si deben o no pagar a la red ya existente para transportar la energía desde donde se genere a otros usuarios. En todo caso, el profesor sostiene que en el sector eléctrico vivimos una época parecida a la de los inicios de la telefonía móvil, donde los precios de los celulares eran altos, no se habían popularizado tanto y contaban con tecnologías muy limitadas si las comparamos con las existentes al día de hoy. Un boom similar podría ocurrir en aquel sector, y todos los involucrados en este servicio, generadores, transmisores, distribuidores – y nosotros como usuarios – deberíamos ir preparándonos para el cambio.